La tierra de Lerín, bajo el reinado de Sancho Garcés
IV en los años 1054-1076, es la primera referencia histórica conocida de la
zona del norte de Navarra. Más adelante, en la Edad Media, el territorio se
organiza en valles, surgiendo así el Valle de Baztán, Santesteban de Lerín,
Basaburua y Bortziriak / Cinco Villas.
El valle de Santesteban de Lerín tenía como cabecera
la villa del mismo nombre, que en el año 1421 fue aforada por el Rey Carlos III
el Noble con el fuero de Pamplona, adquiriendo más tarde la asignación de
"buena villa" con asiento en Cortes.El valle de Santesteban de Lerín
estaba compuesto por diversos pueblos, que poco a poco se fueron separando.
En 1630 los pueblos de Legasa, Narbarte, Oieregi y
Oteitza se separaron, convirtiéndose en el valle de Bertizarana.
Hacia 1665, y tras adquirir el título de villa,
Sunbilla también se separó del valle de Santesteban de Lerín. El resto de
pueblos permaneció unido hasta 1845, habiendo obtenido la categoría de villa
los pueblos de Ituren (a primeros del siglo XVII) y Zubieta (en
1704).
En la actualidad esta zona es conocida como Malerreka,
siendo el ámbito geográfico más extenso que el de los pueblos que integraban el
valle histórico. Las villas y lugares quedan definidos bajo la categoría de
municipios con ayuntamiento propio.
Desde
1989 su nombre oficial es Doneztebe/Santesteban (euskera, castellano), si bien
antiguamente se conocía como Doneztzobe, Leirine, San Esteban y Santesteban de
Lerín. Este municipio de la Comunidad Foral de Navarra está situado al norte de la misma en la Merindad de
Pamplona, en la comarca de Alto Bidasoa o Malerreka, a 53 km de Pamplona. La villa limita al
Norte con Sunbilla, al Sur con Donamaría y Oiz, al Este con Bertiz-Arana, y al
Oeste con Elgorriaga. Su población ronda los 1.700 habitantes.
El escudo de armas del municipio de Doneztebe/Santesteban
tiene el siguiente blasón: Trae de azur y sobre un terreno abrupto un árbol
todo de su color natural, atravesado en su base por un jabalí de sable
siniestrado. En el cantón derecho del jefe una estrella de oro de ocho puntas
con un rabo luminosos. Al parecer las características heráldicas que le
corresponden al Azur son: Justicia,
Celo, Verdad, Lealtad, Caridad y Hermosura. Los que llevan este color en su
escudo están obligados al fomento de la agricultura y a socorrer a los
servidores abandonados injustamente por sus señores. El jabalí
podría simbolizar la intrepidez y el arrojo.
La estrella de ocho puntas se utiliza para representar la grandeza, la
verdad, la majestad y la paz; simbolizan la prudencia.
La historia nos indica que la villa fue la cabeza del valle de
Santesteban de Lerín. Antiguamente
estuvo emplazada entre los términos de Bidasoa y Berroarán, y en 1421 fue trasladándose a su actual
emplazamiento en la orilla izquierda del río Bidasoa. Fue el rey navarro Sancho VI el Sabio quien en 1192 dio fuero al valle y ya en 1280 aparece Santesteban entre los
contribuyentes del erario público.
La reina Leonor liberó a la villa en 1467 del pago de la pecha
(contribución) de 4 libras y 12 sueldos y en 1497, los reyes Juan de Albret y Catalina
de Foix otorgaron a la villa el fuero de
Jaca, concediéndole mayores privilegios (aún se aplicaba el fuero de Jaca)
liberándola del pago del tributo de eyurdea para el uso del agua y pastizales de los
montes de Bidasoa y Berroarán y la pesca del río Bidasoa; así como la facultad
de nombrar un Alcalde de hidalgos y un "amirat" de francos. Entonces
parece que se construyeron algunas torres o casas fuertes de piedra, reformadas
posteriormente, pero que se ajustan al estilo gótico. La mejor conservada es
una que se encuentra en la calle que lleva el significativo nombre de
"Mercaderes" y que se corresponde a uno de los típicos
establecimientos.
A mediados del siglo XV obtuvo el estatus de buena villa con asiento
en las Cortes de Navarra. En lo eclesiástico la villa perteneció al obispado de
Bayona hasta 1567 pasando a partir de esta fecha a pertenecer al de Pamplona. Cuenta
con un extenso caserío situado en torno a la iglesia parroquial de San Pedro.
Además se sigue con culto la ermita de San Miguel situada a las afueras del
pueblo y desapareció hace años la de Nuestra Señora de la Piedad.
Se cree que
sus habitantes fueron personas prósperas,
no fueron solo comerciantes y marinos "indianos", sino también
y en gran proporción altos funcionarios, militares y gentes que encontraron sus
indias dentro de España. Pero Doneztebe/Santesteban posee algunos edificios y
elementos urbanos anteriores, de fines de la Edad Media y comienzos de la
Moderna, en que parece empezó a medrar más.
En cuanto a la
brujería, los
primeros testimonios en Navarra se
dieron en el valle de Malerreka en 1328. Sin embargo, será a partir del siglo
XVI cuando se produzcan numerosos procesos contra la brujería en estos pueblos.
María de Ituren fue la cabeza de los encuentros nocturnos que se producían en
el monte Mendaur, el más alto de la comarca. Allí se sucederían akelarres y ungüentos a
base de hierbas y sapos. Con el fin de lograr la purificación de los lugares
malditos donde se llevaban a cabo rituales mágicos se erigían capillas o
cruces. Así en la actualidad, aún podemos contemplar la ermita de la Trinidad
que corona la cima del Mendaur o la de San Miguel que se alza en
Doneztebe/Santesteban y que fue bendecida e inaugurada en la festividad de su
advocación en 1611 tras la visita del Inquisidor Salazar a esta localidad.
A comienzos de
siglo XVII la comarca se vio agitada por la venida de dos funcionarios de la
Inquisición que preparaban el informe que llevarían al Auto de Fe de Logroño de
1610. El vicario de Santesteban envió una carta a Logroño describiéndole el
caso de 4 brujas maestras, de las cuales dos estaban presas ya y las otras dos
se habían decidido a confesar, El rector resultó sospechoso a la Inquisición y
ésta encargó al celoso abad de Urdax, Aranibar, que vigilara sobre su vida y
costumbres. De las 84 personas testificadas en Elgorriaga y Santesteban, 10
reconocieron la existencia de un akelarre. Algunos niños declararon haber
asistido al akelarre la noche de San Juan dándose el caso de que en el lugar
que indicaron estuvieron dos licenciados que certificaron no haber presenciado
nada. En 1612 el furor comienza a decrecer; enardecidos con el edicto de
gracia, brujos y brujas comienzan a desdecirse de sus confesiones arrancadas
mediante tortura. Los alcaldes de corte pidieron cuenta en Santesteban de las
extorsiones realizadas por los jueces ordinarios.
Y
por último resulta interesante conocer que, durante la guerra de la
Independencia española, los franceses fortificaron Santesteban, junto con otras
poblaciones navarras, como medida contra las partidas de guerrilleros, que
pululaban por todo el reino. En junio del año 1811, los batallones terceros y
cuarto de la división de guerrilleros de Espoz y Mina pasaron por Santesteban hacia
el valle de la Ultzama.
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